Museo Zapopan Cerca De Mi

4worldlovers: El Museo de Ciencias Ambientales es un proyecto que nace de la propuesta que hizo el Ing. Federico Solórzano Barreto a la Universidad de Guadalajara, hace más de 30 años, de crear un “Museo de Paleontología” y un “Museo del Hombre”. En el año 2001 se establece el Fideicomiso del Centro Cultural Universitario e inicia la planeación formal del Museo. A partir de 2009 se desarrollaron los conceptos que hoy le dan sustento a este proyecto en Zapopan, Jalisco, México. El Museo invita a repensar nuestra relación con la naturaleza en estos tiempos en que la mayoría de los seres humanos vivimos en ciudades, por primera vez en la historia. Por ello su misión es: “comprender la ciudad e inspirar la conservación de la naturaleza que la sustenta”.

Convertir la imaginación en realidad no ha sido sencillo. Las primeras semillas comenzaron a germinar cuando se planteó diseñar un museo de historia natural pero “moderno”, que tuviera además el componente “de lo vivo y el futuro”. Esto ha representado un gran reto, puesto que los paisajes de hoy son muy diferentes a los que existían cuando surgieron los museos de historia natural, y el futuro que estamos construyendo no es compatible con lo vivo.

La mayoría de los seres humanos vivimos en ciudades. La ciudad es el gran invento de la nueva época geológica que algunos científicos llaman el Antropoceno. Pero nuestras ciudades no existen en un vacío: dependen de su entorno natural para subsistir. En la ciudad la evolución cultural procede a mayor velocidad que en otros paisajes. En la ciudad residen los poderes políticos, económico, científico y militar que definen el rumbo de la humanidad. Los poderosos urbanitas definirán el futuro de la naturaleza. Y sin embargo, muchos ignoran que el funcionamiento urbano depende de la naturaleza. Es imprescindible que encontremos la solución a los problemas socioecológicos actuales en las ciudades y repensemos nuestra relación con la naturaleza.

El edificio que alberga al Museo de Ciencias Ambientales se diseñó mediante un concurso internacional en el cual resultó ganador el despacho noruego - estadounidense Snøhetta. Los arquitectos se inspiraron en la arquitectura colonial del centro histórico de Guadalajara, pero reconocieron los límites que impone la naturaleza a la ciudad, evocando el proceso de erosión por agua que esculpió la Barranca del Río Santiago, la cual representa el límite norte de la ciudad. Conceptualmente, la erosión del agua le otorgó una forma orgánica al edificio y vinculó sus patios interiores en un “cañón” central abierto al público transeúnte.

El edificio de 22,000 m2 fue diseñado conforme a los principios de “arquitectura verde” para minimizar el consumo de energía y agua, así como la emisión de gases efecto invernadero. Es por sí mismo una exhibición de arquitectura sostenible acorde a un modelo de ciudad respetuoso de los derechos de las personas y de su medio ambiente. Se aspira a lograr la certificación internacional LEED para edificaciones sustentables.