Musalla Santiago De Querétaro Cerca De Mi

4worldlovers: El Hotel Hacienda Carretas, ubicado dentro del casco restaurado de la antigua hacienda, un exclusivo hotel frente al más icónico acueducto del país.

Barrio Santiago, una singular y variada oferta gastronómica que incluye lo más destacado de la cocina nacional e internacional.

El proyecto cuenta con 61 exclusivos departamentos, todos únicos y diferentes, con vistas privilegiadas de la ciudad incluyendo los arcos de Querétaro.

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En la historia de nuestro país, la arquitectura ha hecho posible la creación de puentes que conectan lo cotidiano con lo histórico, lo artístico con lo cultural, lo social con lo político y así distintos elementos hasta que es posible agruparlos en lo que denominamos identidad. Los conjuntos arquitectónicos alcanzan un significado destacado tanto por la edificación en sí misma, como por los acontecimientos que en ellos ocurrieron, y es entonces que podemos reconocer la magnificencia del centro histórico de Puebla, las edificaciones de cantera rosa en Zacatecas o el Teatro de la República en Querétaro.

Querétaro es una ciudad con un legado histórico grandioso y un profundo sentido de respeto por la cultura que hasta 1845 careció de espacios precisos para su promoción. Bajo la iniciativa del entonces gobernador Sabás Antonio Domínguez se inició la construcción de un Teatro, una edificación de estilo neoclásico ubicada en las calles Juárez y Ángela Peralta. El proyecto arquitectónico en una etapa inicial se erigió en mando del arquitecto Camilo San Germán en 1845, sin embargo, cuatro años más tarde estuvo bajo la dirección del ingeniero inglés Thomas Surplice culminando su construcción hacia 1852.

Podría decirse que el Teatro de la República (llamado Teatro Iturbide entre 1852 y 1922), nació de una libertad de planteamiento absolutamente inusual e incluso imposible de encontrar en su tiempo. Se convirtió en ejemplo de una "vanguardia" única en la historia de la arquitectura de los últimos 200 años debido a que dos de sus secciones más importantes, la sala de espectáculos y el vestíbulo de acceso, se relacionan entre sí de un modo poco convencional: los ejes de cada una de éstas áreas se unen en un ángulo de 90 grados con el otro.

La fachada principal se caracteriza de un pórtico tres puertas o arcos que dan a un vestíbulo de doble altura, se construyó en estilo pan coupé u ochavo debido a la ubicación esquinada del terreno. La cara ochavada de ambos niveles, se enmarca por dos bandas verticales de piedra con nichos los cuales alojan jarrones decorativos que hacen alusión a los valores de la patria: la sabiduría, la justicia, la igualdad y la fraternidad.

El vestíbulo del teatro queretano al que conducen los tres arcos de la fachada tiene, a media altura, un balcón corrido que comunica las oficinas administrativas y que da la escala necesaria a ese espacio vacío. Es la primera imagen que reciben los visitantes al recinto.

Se destinaron 7 metros para ubicar una escalera con acceso desde la calle Benito Juárez, así como parte de otra escalera que arranca desde uno de los ángulos del vestíbulo principal.

A los lados del vestíbulo y al fondo, se ubican las escaleras que llevan al nivel superior y en el medio la puerta que abre hacia la sala de espectáculo. Inicialmente en este piso se encontraban las oficinas administrativas del teatro. En la actualidad alberga un pequeño museo dedicado al Congreso Constituyente de 1917.

La sala era convencional para los teatros de la época. Se integra de una luneta de 229 butacas fijas que puede incrementarse a 237, rodeada por una herradura de palcos donde pueden instalarse hasta 102 sillas móviles.

El primer piso de la sala consiste en otra herradura de palcos con cupo para 106 sillas, mientras que el segundo piso, se presenta una herradura más, donde caben 111 asientos. La última planta, también con un contorno de herradura pero sin palcos, hay 84 butacas fijas, algunas de ellas sin visibilidad real hacia el foro. En total, el teatro alberga 500 asientos.

Se trata de un escenario de tamaño mediano (10 metros de ancho por 8 de fondo), permite la presentación de orquestas no muy grandes y obras de teatro que no exijan escenografías complejas o cambios de las mismas.