La parroquia es muy linda, con una iglesia muy bonita y muy cuidada.
La parroquia es muy limpia, lo que hace que sea un lugar agradable para visitar y orar.
La misa es muy solemne y amena, con una interacción constante y respetuosa. Me encanta saludar al padre y renovar mi fe cada vez que voy.
El ambiente es muy pacífico y alegre, lo que me hace sentir en paz y me trae alegría.
Los sacerdotes son muy atentos y respetuosos, aunque a veces pueden estar un poco ocupados, especialmente en días como el sábado santo.