Ofrece un ambiente pintoresco y diseñado como un diner americano de los años 50, ideal para disfrutar de una comida casera.
La comida es deliciosa, especialmente el pollo, que tiene sabor y no está seco. Además, las papas están siempre bien cocidas y no quemadas.
El servicio es rápido y eficiente, lo que hace que la experiencia sea aún más agradable.
Sí, el local tiene rampas desde la calle, lo que hace que sea accesible para personas que utilizan sillas de ruedas.
Sí, siempre hay espacio para estacionar, ya que la calle no es muy concurrida.