El lugar es super agradable, con un ambiente romántico y muy bonito.
La atención es muy buena, con empleados muy atentos y serviciales, como el encargado del estacionamiento y el chico que nos atendió.
La comida es excelente, con opciones como pastas, ensaladas y pizzas que son de las mejores en su categoría. Destacan la salsa de mango/piña/habanero y el aderezo mantequilla y ajo.
Sí, el restaurante tiene un toque especial para los niños, como ponerles una gorrita de chef y dejarles hacer su propia pizza.
Absolutamente, es muy recomendable y no te arrepentirás de visitarlo. La experiencia es fabulosa y te dejará con ganas de volver.